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    La mejor manera de saber qué le pasa a su hijo es, bueno, saber qué le pasa. Los sermones no servirán de nada. Lo hará una conversación recíproca. Pero eso no siempre es tan fácil con los adolescentes, ¿verdad?

    Para mantener las líneas de comunicación abiertas, es importante saber cómo escuchar y cuándo hablar. Aquí tienes 10 consejos que ayudarán:

    1. Cree un entorno seguro y cómodo para que su hijo comparta la verdad. Asegúrele a su hijo que siempre puede ser honesto con usted, sin miedo al ridículo o a la culpa. Y que usted le quiere pase lo que pase.
    2. Apague todos los smartphones y otros aparatos electrónicos y no permitas ninguna interrupción durante tu conversación.
    3. Escuche a su hijo desahogarse. A veces sólo necesita quejarse y desahogarse. Se sentirá mejor después.
    4. Reformule los comentarios de su hijo para demostrarle que ha escuchado lo que dice o dar apoyo y ánimos no verbales asintiendo y sonriendo. También puedes decir: “Sé lo que quieres decir” o “Lo entiendo” o “Yo también me siento así a veces”.
    5. Esté atento a los temas que conducen a las drogas o al alcohol. Por ejemplo, si su hijo describe a alguien en la escuela que “siempre está drogado” o menciona a un famoso que ha ido a rehabilitación, pregúntele qué piensa de esas personas o de su comportamiento.
    6. Concéntrese completamente en su hijo e intenta ver las cosas desde el punto de vista de su hijo. Esto le ayudará a simpatizar con su situación.
    7. Sea consciente de que su hijo podría estar ocultando sus verdaderos sentimientos por miedo, por vergüenza o por otra cosa. Tenga cuidado de no tomar simplemente lo que su hijo dice al pie de la letra. Pregúntele con delicadeza si las cosas no le parecen del todo bien.
    8. Escuche entre palabras. Preste atención al lenguaje corporal, las expresiones faciales, el contacto visual, la dificultad para encontrar las palabras adecuadas, las distracciones, etc.
    9. Reconozca y confiese cuando no tenga energía para ser un buen oyente y acepte reiniciar la conversación (siempre que no sea grave) en un momento posterior y mejor.
    10. Sea positivo. A todo el mundo le gustan los cumplidos, incluso a su hijo. Muéstrele su apoyo con palabras alentadoras, señalando los buenos comportamientos y acciones, así como diciendo simplemente: “Estoy orgulloso de ti”, aunque sea por algo pequeño.
    11. No sienta que debe intervenir en cada momento de inactividad. No pasa nada por hacer largas pausas y momentos de silencio durante la conversación. De hecho, puede ayudar a que las cosas se asimilen un poco. Y nunca se sabe, puede que su hijo adolescente se atreva a decir una idea brillante, una reflexión profunda o incluso un revelador secreto.