La mejor manera de saber qué le pasa a su hijo es, bueno, saber qué le pasa. Los sermones no servirán de nada. Lo hará una conversación recíproca. Pero eso no siempre es tan fácil con los adolescentes, ¿verdad?
Para mantener las líneas de comunicación abiertas, es importante saber cómo escuchar y cuándo hablar. Aquí tienes 10 consejos que ayudarán: