Las Palabras Importan: el Lenguaje de la Adicción

    La adicción es una enfermedad. Por ello, es importante que usemos un lenguaje que la entienda como un problema de salud y que muestre respeto hacia las personas con adicción y sus familias. Así es como nos referimos a cualquier otra enfermedad, como la diabetes o el asma. Las palabras importan.

    Una persona no debe ser definida ni etiquetada por su enfermedad o dolencia; es algo que padece. Por ejemplo: en lugar de llamar a alguien “diabético”, es preferible usar un lenguaje que priorice a la persona y decir “alguien con diabetes”. Lo mismo ocurre con la palabra “adicto”.

    Tenemos opciones al comunicarnos. Podemos usar palabras que mantengan el estigma negativo respecto al consumo de sustancias (palabras que etiquetan a las personas con adicción de forma negativa y crítica o que tienen la intención de avergonzarles). O podemos usar palabras compasivas, comprensivas y respetuosas (palabras que ayudan a otros a comprender el trastorno por consumo de sustancias o adicción como el problema de salud que es).

    Al repensar y modificar nuestro lenguaje, permitiremos que las personas con adicción recuperen su autoestima con mayor facilidad y busquen tratamiento sin sentirse avergonzados. Además, podemos lograr que los legisladores asignen fondos para combatir los trastornos por consumo de sustancias.

    Cambiar nuestro lenguaje puede también ayudar a que los médicos brinden mejores tratamientos y a que las aseguradoras aumenten la cobertura de tratamientos basados en la evidencia.

    Finalmente, es importante contribuir a que el público comprenda que los trastornos por consumo de sustancias son una condición médica y deben tratarse como tal.

    La agencia de noticias Associated Press dio un paso importante al dejar de usar un lenguaje que estigmatiza a las personas que enfrentan un trastorno por consumo de sustancias, reconociendo que las palabras tienen mucho peso. Le invitamos a que usted haga lo mismo.

    Cómo cambiar el lenguaje de la adicción

    A continuación, ofrecemos una lista de palabras y frases que se deben evitar y de palabras que son más apropiadas. Juntos, con un lenguaje respetuoso, podemos ayudar a transformar el panorama y acabar con los estereotipos negativos y el estigma de la adicción. Al hacerlo, también podemos eliminar las barreras que siguen impidiendo que muchas personas accedan al tratamiento vital que necesitan.

    Abuso / Abusar

    EJEMPLO: Está abusando de las drogas.

    ¿POR QUÉ? Abusar es una palabra asociada con la agresión, el exceso o la deshonestidad. No considera a la adicción como un problema de salud y se culpa a la persona que la padece.

    MEJOR, DIGA: “Consumir”, como consumir opioides. Puede incluso calificar el consumo como: consumo inapropiado, consumo nocivo, consumo peligroso, consumo problemático. O puede decir: persona con problemas de consumo de sustancias, persona con trastorno por consumo de sustancias.

    Adicto

    EJEMPLO: Es adicta.

    TÉRMINOS RELACIONADOS: alcohólico, drogadicto, yonqui, tecato, vicioso.

    ¿POR QUÉ? La palabra “adicto”, así como los términos relacionados, estigmatizan. Reducen la identidad de una persona a su problema con el consumo de sustancias y niegan su dignidad y humanidad. Además, estas etiquetas implican la permanencia del problema, sin posibilidad de cambio. Es mejor usar palabras que indiquen la naturaleza médica de la condición.

    MEJOR, DIGA: Una persona con un trastorno por consumo de sustancias o con adicción. O una persona con un problema de alcohol/drogas, persona con problemas de adicción. O un paciente, en caso de que la persona esté recibiendo tratamiento.

    Usuario / Consumidor

    EJEMPLO: Es un usuario o consumidor de drogas.

    ¿POR QUÉ? El término estigmatiza porque etiqueta a una persona por su comportamiento. Es similar a “adicto”.

    MEJOR, DIGA: Persona que consume sustancias.

    Limpio/Sobrio/Manteniéndose limpio/Prueba limpia

    EJEMPLO: Fumó marihuana durante muchos años, pero ahora está limpia; su prueba resultó limpia.

    ¿POR QUÉ? Asocia los síntomas de la enfermedad con la suciedad e implica que una persona con dependencia a las drogas o al alcohol es “sucia” o socialmente inaceptable. Lo mismo ocurre al referirse a una prueba de drogas con un resultado negativo, o que no muestra evidencia de consumo, como una “prueba limpia” o, si es positiva, como una “prueba sucia”. Estos términos también deben evitarse.

    MEJOR, DIGA: En recuperación, en camino hacia la recuperación, actualmente no consume sustancias; prueba positiva o negativa.

    Vicio / Hábito / Costumbre

    EJEMPLO: Su vicio es inhalar cocaína. Tiene el hábito (o la costumbre) de fumar marihuana.

    ¿POR QUÉ? Un vicio es algo moralmente reprobable o que va contra la moral establecida. Utilizar esta palabra es entender la adicción como una falla moral. Utilizar los términos hábito o costumbre supone que la adicción se puede superar con persistencia o fuerza de voluntad. Sin embargo, la adicción es más compleja. No es un problema moral o de falta de voluntad.

    Al ser una enfermedad del cerebro, los trastornos por consumo de sustancias requieren tratamiento médico, además de compromiso con el tratamiento y la recuperación. Llamar vicios o hábitos a los trastornos adictivos niega su naturaleza médica y sugiere que el problema se debe a la falta voluntad o a la falta de valores morales.

    MEJOR, DIGA: Trastorno por consumo de sustancias, trastorno por consumo de alcohol y drogas, adicción, consumo problemático, consumo perjudicial; persona con trastorno por consumo de sustancias, persona que enfrenta/padece/tiene una adicción.

    Terapia de reemplazo/sustitución

    EJEMPLO: Toma Suboxone, una terapia de reemplazo para su adicción a los opioides.

    ¿POR QUÉ? Este término se aplica a los tratamientos para la dependencia a los opioides, como la metadona, la suboxona y el vivitrol. Al describirlos como “sustitutos”, se minimiza su validez e implica que la persona sigue consumiendo drogas. La metadona, la suboxona y el vivitrol son medicamentos recetados a personas que padecen una enfermedad, lo que es la adicción o el trastorno por consumo de opioides. La adicción es un comportamiento compulsivo incontrolable. El primer objetivo del tratamiento de la adicción es detener este comportamiento peligroso. Con el tratamiento asistido con medicamentos como parte de un tratamiento integral acompañado de terapia conductual, se detiene el comportamiento adictivo peligroso, no se le reemplaza. Con ello, se puede prolongar la vida.

    MEJOR, DIGA: : Tratamiento asistido con medicamentos, tratamiento con medicamentos, medicamentos para el tratamiento de la adicción.

    quote

    “Desde hace mucho tiempo, sabemos que el lenguaje juega un papel fundamental en cómo pensamos sobre las personas y en cómo las personas se ven a sí mismas. Las palabras tienen que cambiar para que las actitudes cambien”.

    Michael Botticelli

    Exdirector de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas en The Boston Globe

    Nota del editor: Algunas de las historias personales que publicamos en nuestro sitio web utilizan el término “adicto” y otras palabras de la lista anterior. Respetamos y comprendemos a quienes optan por usar ciertos términos para expresarse. Sin embargo, nosotros siempre nos esforzaremos por utilizar un lenguaje orientado a la salud, que refleje fielmente la ciencia, promueva tratamientos basados en la evidencia y demuestre respeto y compasión.

    ORN Logo

    Este artículo se elaboró ​​en colaboración con la Opioid Response Network (ORN). ORN ofrece educación y capacitación, también conocida como asistencia técnica, a través de consultores locales con experiencia en prevención, tratamiento, recuperación y reducción de daños. Cualquier persona puede solicitar asistencia técnica gratuita en OpioidResponseNetwork.org.

    Published

    July 2025