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    Trauma por la Migración y Consumo de Sustancias: lo que las Familias Deben Saber

    El trauma es uno de los factores por los que los menores de edad y los adolescentes comienzan a consumir sustancias. En el caso de las personas que migran, los episodios traumáticos pueden ocurrir con alarmante frecuencia.

    Tanto usted como sus hijos pueden enfrentar múltiples factores estresantes en las distintas etapas de la migración.

    En este artículo, ofrecemos información sobre el trauma relacionado con la migración para que usted, como padre, sepa lo que sus hijos o usted mismo puede enfrentar. Vale la pena considerar que el trauma es un factor importante por el que las personas tienen problemas con su consumo de sustancias.

    En general, las personas que experimentaron un evento traumático en la niñez son más proclives a consumir alcohol, marihuana, tabaco y otras drogas. Estos eventos son un poderoso factor que permite prever el consumo de sustancias en los adultos.

    Pese al peso que el trauma puede tener en sus seres queridos, hay maneras de atenuar sus efectos y ayudarles a evitar que eso los lleve a tener un problema con su consumo de sustancias.

    Qué es un trauma

    El trauma es generado por un evento traumático, es decir, por un episodio aterrador, peligroso o violento. Puede sentirse como algo que es una amenaza a la vida o al bienestar.

    Ver un evento que amenaza a un ser querido también puede ser traumático. Esto es particularmente importante para los niños pequeños. Su sensación de seguridad depende de la seguridad que sienten sus padres.

    Los traumas pueden crear emociones fuertes y reacciones físicas que pueden durar mucho tiempo después de pasado el evento. Los niños que sufren trauma pueden sentir terror, impotencia o miedo. También pueden tener reacciones físicas como palpitaciones o vómitos y pueden incluso mojar o ensuciar sus pantalones.[1]

    Cómo ocurre el trauma

    Hay muchas situaciones que pueden generar trauma en los niños y adolescentes, como desastres naturales, accidentes de tránsito o violencia armada. Los traumas pueden ser originados dentro de la familia, como episodios de violencia doméstica, abuso físico o sexual, o la muerte inesperada de un ser querido.

    El proceso de la migración, desde que comienza hasta la vida de una persona como migrante en Estados Unidos, también crea muchas oportunidades para que un menor o un adolescente sufra trauma.

    El trauma en su hija o hijo pudo ser originado por un incidente particular durante el proceso migratorio. Además, el trauma puede también ser causado por el estrés continuo y constante de vivir en otra cultura o sufrir discriminación.[2]

    ¿Qué es el estrés postraumático?

    Los niños y adolescentes con estrés postraumático son quienes han sufrido traumas y quienes desarrollan reacciones una vez que el evento traumático ha pasado, incluso luego de varios años. Estas reacciones pueden incluir una variedad de respuestas, como:

    • cambios intensos y frecuentes de las emociones
    • síntomas de depresión o ansiedad
    • cambios de comportamiento
    • dificultades para controlarse
    • problemas para relacionarse con los demás o formar vínculos
    • pérdida de habilidades adquiridas previamente
    • dificultades en la escuela y para poner atención
    • pesadillas
    • dificultad para dormir
    • desórdenes alimenticios
    • síntomas físicos, como dolores y molestias.


    Los niños mayores y los adolescentes con estrés postraumático pueden comenzar a consumir sustancias, tomar riesgos constantemente o tener relaciones sexuales sin protección y peligrosas.
    [3]

    Trauma antes y durante la migración

    Muchas personas de países en América Latina y el Caribe han emigrado a Estados Unidos. Las razones son muy variadas pero a menudo se deben a que no pueden mantener a sus familias, o porque han sufrido de violencia o amenazas. Esto puede afectar profundamente la seguridad y el sustento de una familia.[4]

    Las mujeres on especialmente vulnerables a los factores estresantes y los problemas de salud mental relacionados con la migración.

    Durante el trayecto de la migración, las personas sufren violencia física, psicológica y sexual. También pueden sufrir difíciles condiciones de trabajo, ser obligados a pagar sobornos o a transportar drogas, o ser vendidos a traficantes de personas. Con frecuencia, los centros donde son detenidos en Estados Unidos están en malas condiciones y ofrecen malos servicios para las familias. [5]

    Un ejemplo de la vida real de las dificultes que sufren las personas que migran se encuentra en el libro Solito, de Javier Zamora. Acompañado solo por “el coyote” o guía y por otras personas que buscaban llegar a Estados Unidos, Javier salió de El Salvador a los 9 años de edad. Su madre había emigrado cuando Zamora tenía cuatro años y a su padre apenas lo recordaba.

    El trayecto que “el coyote” planeó para completar en dos semanas, duró dos meses. Incluyó caminatas por el desierto, trayectos en el océano, detenciones, sobornos, hambre, sed y miedo. Javier también tuvo un sentimiento de profunda soledad.

    Además, una vez en Estados Unidos, Javier debió ocultar durante años que vivía como persona sin documentos migratorios. Todas esas experiencias, marcaron a Javier.

    Los retos de una cultura diferente

    Vivir en un país con una cultura y un idioma diferente al país de origen a menudo genera problemas de ajuste.

    Las personas latinas que llegaron a Estados Unidos como migrantes enfrentan además menos posibilidades de acceder a servicios de salud por desconocimiento, falta de personal que hable español o ausencia de seguro médico o recursos económicos.

    Además, el estigma o la mala imagen que aún tienen los padecimientos de salud mental pueden impedir el acceso a tratamientos.[6] Es importante por ello que como padre reconozca que es natural enfrentar retos de salud mental relacionados como el proceso completo de la migración.

    Las personas latinas identificadas como minorías sexuales o LGBTQ tienden a consumir alcohol de manera excesiva con más frecuencia, así como a consumir más sustancias, que las personas identificadas como heterosexuales. Considere que además del trauma de la migración, su hija o hijo puede enfrentar las barreras que aún existen para las personas que se identifican como LGBTQ.[7]

    Discriminación y clima antiinmigrante

    La discriminación juega un papel importante en la salud mental de las personas que llegaron como migrantes y de los latinos en Estados Unidos. Estudios indican que el estrés causado por la discriminación ha aumentado en los años recientes debido al clima político del país y a políticas consideradas como antiinmigrantes.[8]

    Considere que sentirse discriminado puede ser uno de los factores que generan trauma o depresión. Esto aumenta las posibilidades de que los adolescentes y jóvenes consuman alcohol u otras sustancias.[9]

    Las condiciones que afectan la salud mental de los latinos, y que pueden ser un factor para el consumo de sustancias, se agravan para aquellas personas que no cuentan con documentos migratorios o para aquellas familias con miembros sin documentos.

    Personas sin documentos y sus familias a menudo lidian con altos niveles de estrés por el miedo a la deportación. Además, los familiares sin documentos tienen menos oportunidades de socializar, así como de empleo, educación y salud. Esta situación puede afectar también a sus hijos, incluso aunque hayan nacido en Estados Unidos.[10]

    Por ejemplo, los latinos que tienen un familiar en detención o que ha sido deportado tienen casi cuatro veces más probabilidades de tener problemas de consumo de sustancias o desarrollar adicción comparados con las personas que no enfrentan estas situaciones.[11]

    Una mayor sensación de inseguridad está relacionada con mayores niveles de depresión y ansiedad, lo que puede llevar al consumo de sustancias.[12] Debido a su situación, algunas personas sin documentos se niegan incluso a buscar ayuda psicológica debido a que su estatus migratorio no cambiará, lo que puede agravar su estado mental.[13]

    En caso de que su hija o hijo cuente con permisos de residencia temporal y trabajo mediante el programa conocido como DACA, su nivel de estrés disminuye. Estudios indican que este programa ofrece una mayor sensación de seguridad y reduce los factores que pueden conducir a una persona a consumir sustancias.[14]

    Considere sin embargo que pese a que su hija o hijo cuenten con DACA, su estrés puede seguir muy elevado debido al riesgo de que uno de sus familiares pueda ser deportado.

    ¿Qué papel juega la cultura latina en el estrés postraumático?

    La familia, las costumbres, la identificación y el orgullo por el país de origen y la cultura ayudan a reducir los efectos negativos del trauma.[15]

    Las familias latinas, que son particularmente unidas, pueden en general ayudar a los niños y adolescentes a evitar que desarrollen un desorden por consumo de sustancias.

    Muchos estudios han concluido que las personas nacidas en América Latina que viven en Estados Unidos presentan en general menos problemas de salud mental que sus hijos nacidos en este país.[16]

    Otros estudios han concluido además que los latinos, en general, consumen más sustancias que sus padres nacidos fuera de Estados Unidos. Esto puede ser simplemente porque los latinos en Estados Unidos tienen mayor acceso a sustancias.

    Otra de las razones por las que los latinos nacidos fuera de Estados Unidos consumen menos sustancias que sus hijos estadunidenses son los efectos positivos de las redes de apoyo familiar. Además, los migrantes tienen en general menos expectativas y sienten menos presión sobre lo que significa tener éxito en Estados Unidos.[17]

    Lo que las familias pueden hacer

    El trauma relacionado con la migración puede afectar seriamente la salud mental y el bienestar de sus seres queridos. Por ello, es importante que usted conozca cómo puede apoyar a su hijo o hija si parece estar lidiando con estrés postraumático.

    Aunque cada familia es diferente y no existe una solución única para todas las personas, brindar un espacio seguro para que sus hijos expresen sus temores y buscar ayuda profesional puede ayudarles a sobrellevar el trauma derivado de la migración.

    Aquí ofrecemos otras medidas que puede usted considerar:

    • Los niños o adolescentes que han experimentado un trauma necesitan sentirse seguros y protegidos. Como padre, usted puede ayudar a crear un entorno seguro y de apoyo al crear rutinas constantes, tranquilidad y apoyo emocional.
    • Sea abierto y honesto: los niños y adolescentes deben poder hablar sobre sus experiencias y sentimientos relacionados con la migración. Anime a su hija o hijo a expresar sus sentimientos.
    • Valide los sentimientos de su hija o hijo, y hágale saber que es comprensible lo que siente. Reconozca los desafíos y el estrés que su ser querido pudo haber enfrentado durante el proceso de migración o en su vida en Estados Unidos.
    • Es esencial buscar ayuda profesional si su hija o hijo presenta síntomas de trauma, es decir, estrés postraumático. Un profesional de la salud mental puede ayudar a su hija o hijo a entender sus sentimientos y desarrollar estrategias de afrontamiento.
    • Conéctese con los recursos en su comunidad: puede haber recursos de la comunidad disponibles para apoyar a las familias que han experimentado un trauma relacionado con la migración. Esto podría incluir grupos de apoyo, servicios de asesoramiento u otros recursos.
    • Fomente un sentido de pertenencia: ayude a sus hijos a mantener conexiones con su patrimonio cultural y su comunidad. Eso puede ayudar a tener un sentido de pertenencia y orgullo por su herencia.
    • Practique el cuidado personal: como padre, es importante cuidarse a sí mismo para poder estar presente y apoyar a sus hijos. Esto puede incluir buscar una red de apoyo y practicar actividades de cuidado personal como ejercicio o meditación.

    Considere que afrontar el trauma es un proceso complejo que requiere tiempo y esfuerzo. Su apoyo como padre es de gran ayuda para ayudar a su hija o hijo a sanar y seguir adelante.

     

    Si quiere conocer cuáles son otros factores de la adicción para los latinos además de los relacionados con los traumas, lea este artículo. Para buscar ayuda de nuestros especialistas que hablan en español, haga aquí en este enlace.

    Considere obtener mas información especializada sobre el trauma infantil y el consumo de sustancias en este sitio del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Para buscar tratamientos por el uso de sustancias en español, ofrecemos este sistema de búsqueda.

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