Cómo sus Hijos se Sienten en la Escuela Puede Influir en su Consumo de Drogas


Durante un año promedio, su hija o hijo pasará más de 1,000 horas en la escuela. Agregue más si incluyen actividades fuera del salón de clases y horas de estudio. Este tiempo no solo es importante para el aprendizaje, sino que es igualmente valioso para crear relaciones y hacer amigos. Sentirse valorado y parte de una comunidad de compañeros y profesores sirve como un factor de protección importante contra las conductas de riesgo, incluyendo el consumo de sustancias. Es importante considerar que la manera en que sus hijos se sienten en la escuela puede influir en su consumo de drogas.

¿Cómo puede usted contribuir a mejorar la conexión de su hija o hijo con la escuela? Aquí ofrecemos algunas ideas:

1- Anime a su hija o hijo a desarrollar buenas relaciones con los maestros, compañeros, entrenadores, consejeros y demás personal de la escuela, y trate de entender en qué aspectos su hijo necesitaría apoyo. Averigüe además si tiene alguna inquietud sobre la escuela, algunos de sus compañeros o sus profesores. Pregunte en la escuela si es posible que le asignen un estudiante de un grado mayor o un maestro que sirva como mentor, especialmente si su hija o hijo es muy tímido o si dice que se siente incómodo o que no le gusta la escuela.

2- Ayude a su hija o hijo a desarrollar hábitos de estudio sólidos. Procure tener libros en casa, así como los útiles necesarios para que haga sus tareas y un lugar tranquilo para que estudie en casa, en la escuela o la biblioteca. A algunos niños les ayuda tener un compañero de estudio o un grupo de estudio, usando tarjetas para tomar apuntes, alarmas para medir el tiempo de estudio o aplicaciones de teléfono que los ayuden a mantenerse al día (como por ejemplo, Quizlet, Study Blue o Be Focused).

Ofrecer a su hija o hijo incentivos para que haga la tarea también puede ser útil. Por ejemplo, dejar que su hijo juegue un videojuego o mire su programa de televisión favorito durante una hora tras terminar la tarea (o luego de al menos una hora de estudio) puede servir para motivarlo.

Algunos programas del gobierno pueden ayudarle a pagar los costos de una conexión a internet o darle acceso a una tableta digital o una computadora, en caso de que lo necesite.

3- Asegúrese de tratar cualquier problema de su hija o hijo relacionado con su capacidad de aprendizaje en la escuela, tales como dificultades para escuchar o ver bien, así como por dislexia o trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Su hija o hijo podría tener derecho a un Plan de Educación Individualizado (IEP) o un Plan 504 si enfrenta problemas emocionales o de aprendizaje significativos que deban ser tratados. Estos planes ofrecen apoyo adicional, como más tiempo para que los niños terminen los exámenes, además de que pueden permitir el uso de calculadoras, que cuenten con libros adicionales en casa, y ofrecer asesoría y otros ajustes a fin de ayudar a su hija o hijo a completar su educación.

Considere también que si su hija o hijo no habla el inglés como primera lengua, es posible que enfrente retos adicionales además de los relacionados con la escuela.

4- Manténgase al tanto de lo que sucede en la escuela de su hija o hijo asistiendo a las actividades escolares y a las conferencias de padres y maestros. Suscríbase también a los boletines y acceda de manera regular a la página de internet de la escuela. Las escuelas a menudo usan su sitio de internet para publicar tareas y calificaciones además de información para la comunidad.

5- Anime a su hija o hijo a participar en las actividades escolares, incluidos los deportes recreativos y los clubes. Pregunte en la escuela de su hija o hijo sobre actividades gratuitas y de bajo costo, así como sobre becas si le preocupa el costo para participar. También puede pedir apoyo para resolver otros problemas que puedan obstaculizar la participación de su hija o hijo en actividades fuera de la escuela, como el transporte.

6- Si le es posible, participe en las clases de su hija o hijo, en los eventos fuera del colegio o en asociaciones de padres a fin de que se mantenga al día con lo que sucede en la escuela. También así podrá enterarse de cómo le está yendo a su hija o hijo. No sienta pena de pedir servicios de apoyo para que cuiden de su hija o hijo o de transporte si es que los necesita para participar.

7- Si no se siente cómodo con su nivel de inglés y le cuesta trabajo entenderlo, solicite materiales traducidos al español e intérpretes para que le apoyen en las reuniones o eventos escolares.

8- Muéstrese interesado en cómo le fue a su hija o hijo durante su día en la escuela haciendo preguntas como, “¿Qué te pareció interesante de lo que aprendiste hoy en la escuela?” o “¿Cómo puedo ayudarte con la tarea?” Este tipo de preguntas pueden facilitar las conversaciones con su hija o hijo a diferencia de una pregunta como “¿Tienes tarea?” que se puede responder con un “sí” o un “no”.

9- Los retrasos para llegar a la escuela, las faltas, incumplir con las tareas, una baja en las calificaciones, renunciar a un equipo o que sienta que sus compañeros le molestan son signos de que hay problemas. A los retos típicos de los adolescentes se puede sumar el hecho de la discriminación que sufren algunos niños latinos en su escuela por su color de piel, su cultura y su lugar de origen. Intente hablar con su hija o hijo sobre lo que está sucediendo. Si no logra que las cosas regresen a la normalidad, comuníquese con la escuela para que le ayuden. Cuanto antes actúe, será mejor.

 

Cómo les va a sus hijos en la escuela puede influir en su consumo de drogas. Por ello, la conexión con el ambiente escolar es importante para que los niños y adolescentes tengan un mejor rendimiento académico, además de que es uno de los muchos factores de protección contra los comportamientos de riesgo, incluyendo el consumo de alcohol y otras drogas. Obtenga más información sobre otros factores de riesgo y de protección relacionados con el consumo de sustancias, así como cuáles afectan de manera particular a los latinos.