Preparándose para la Vida y la Recuperación tras el Tratamiento


El final del tratamiento para el trastorno por consumo de sustancias es solo el comienzo del camino hacia la recuperación. Su hija o hijo necesitará de su apoyo durante este trayecto.

Manteniendo a su hija o hijo sano tras el tratamiento

Muchos padres esperan que su hija o hijo esté “curado” tras el tratamiento, aunque el trastorno por consumo de sustancias puede ser una enfermedad de por vida que incluya recaídas y necesite de un esfuerzo constante. Completar un tratamiento es solo el comienzo de lo que puede ser un camino más largo hacia la recuperación.

La participación de la familia es importante para la recuperación, por lo que es buena idea hablar sobre el apoyo que los miembros podrían proporcionar y diseñar un plan de acción.

Hay muchas maneras de reforzar las elecciones sanas de su hija o hijo, así como de supervisarle y apoyarle para que continúe progresando. Aunque es imposible controlar lo que sucederá (ya que su hija o hijo es el principal responsable de su propia recuperación), usted puede tomar la iniciativa y prepararse para apoyarle en su recuperación.

“¿Cuántas veces alguno de nosotros ha intentado hacer dieta, hacer ejercicio o dejar de fumar? No siempre se puede al primer intento. Es raro encontrar un camino directo para alcanzar nuestros objetivos.”
Paul Kusiak
Padre

La preparación comienza antes de que termine el tratamiento

El tratamiento para el trastorno por consumo de sustancias es un proceso que con frecuencia se compone de varias etapas. Esto se debe a que el tratamiento requiere a menudo de un esfuerzo tanto mental como emocional a fin de reducir o eliminar la dependencia física generada por el consumo de sustancias. Por ello, es común que una persona necesite de varios intentos para completar un tratamiento. Esto es cierto para pacientes ambulatorios y para quienes son internados u hospitalizados. Cualquiera que sea el tipo de tratamiento, la recuperación requiere siempre de un esfuerzo constante.

Si su hija o hijo vive con usted o le visita, el primer paso es hacer una limpieza a fondo de su vivienda a fin de evitar cualquier tentación:

Como siguiente paso, obtenga naloxona como una medida de prevención si el consumo de sustancias de su hijo incluye opioides (heroína y analgésicos de receta como Vicodin, OxyContin y Percocet). La naloxona (también conocida por la marca Narcan) puede contrarrestar una sobredosis y salvar la vida de una persona. Nunca es mala idea tenerla en casa. En muchos estados, las cadenas de farmacias, así como algunas farmacias independientes, venden naloxona sin necesidad de receta médica.

Asegúrese de que el kit de naloxona esté a la mano en su hogar y de que usted y toda su familia sepan usarlo.

Si su hija o hijo necesita tratamiento por una lesión o tras una cirugía, asegúrese de hablar con el médico sobre su plan para controlar el dolor. Si es posible, pida al médico que recete medicamentos que no contengan opioides o narcóticos, tales como Tylenol, Advil o Motrin. Esto es importante para evitar una recaída, especialmente para los seres queridos que han tenido problemas con la heroína, el fentanilo o las pastillas, pero también con el alcohol y otras sustancias.

Haga que el plan de atención tras el tratamiento sea una prioridad

El primer paso es entender bien los pasos a seguir que recomienda el centro de tratamiento cuando una persona es dada de alta y preguntar sobre cualquier cosa que no esté clara o que le preocupe. Con suerte, usted y su familia participarán en la creación del plan sugerido por el centro de tratamiento para el “cuidado posterior” o “la atención continua”, es decir, en la guía de los pasos a seguir durante la recuperación.

Los planes de cuidados posteriores podrían incluir lo siguiente:

Hay otras cuestiones a considerar en un plan de atención continua.

¿Su hija o hijo va a necesitar transporte para ir o regresar a un programa para pacientes ambulatorios o a reuniones de grupos de apoyo o terapias? Dado que esto es clave para la recuperación, si su hija o hijo necesitará transporte, pida permiso en su trabajo o consiga alguien para que le lleve a las citas, programas o reuniones.

Es posible que deba hacer planes en el trabajo para ir a las reuniones familiares que forman parte del programa de cuidado posterior de su hija o hijo. Su participación constante es muy importante a pesar de que su ser querido pueda decir lo contrario.

Es posible que su hija o hijo necesite ayuda para descubrir actividades sanas y amigos con hábitos más saludables, dado que muchos de sus conocidos pueden seguir consumiendo sustancias.

Si su hija o hijo vive en una vivienda para personas en sobriedad como parte de un programa de tratamiento, le recomendamos que conozca los requisitos y reglas de su estancia en este tipo de comunidad.

A pesar de que su hija o hijo es quien recibe tratamiento, el resto de la familia se beneficiaría mucho de recibir terapias regulares y participar en grupos de apoyo. Este puede ser un momento difícil de cambio para su familia por lo que es clave que todos reciban apoyo y ayuda para sobrellevar y tratar de resolver cualquier problema que se presente.

Hagan juntos un plan de recuperación

Usted querrá poner algunos límites y reglas a su hija o hijo. Algunas familias creen que un contrato les ayuda. Esto incluirá reforzamientos positivos o recompensas por buen comportamiento, así como consecuencias cuando su hija o hijo se pase de los límites o rompa las reglas.

Además de un contrato que solo pone por escrito lo que usted espera, también debe crear un plan de recuperación. Este plan es para que tanto usted como su hija o hijo pongan por escrito lo que ambas partes se comprometen a hacer (o no hacer) para apoyar y mantener la recuperación y el crecimiento personal.

Luego de que lleguen a casa tras el tratamiento, siéntense durante un momento de calma para crear un plan en familia. Aquí le presentamos algunas preguntas que puede hacerle a su hija o hijo para crear el plan:

Además, decida en familia si rechazará las invitaciones a bodas, quinceañeras, fiestas u otras reuniones en las que se servirá alcohol, lo que podría ser demasiado tentador o ser un factor desencadenante para su hija o hijo, que apenas comienza la recuperación. O elabore un plan en familia para poner como prioridad la recuperación de su hija o hijo.

Piense también en actividades divertidas que podrían hacer juntos en familia. Es posible que su hija o hijo deba mantenerse alejado de los amigos con los que se juntaba antes de ir al tratamiento.

Tómelo un día o un minuto a la vez

Las primeras semanas y meses de recuperación posiblemente serán los más difíciles. Lo más probable es que su hija o hijo pase por periodos de altibajos emocionales. Ella o él puede estar a veces enojado (consigo mismo, con usted, con los demás, o con todo el mundo), triste en otros momentos, o incluso puede parecer manipulador o distante.

Otras veces, su hija o hijo puede estar agradecido y parecerse más a la persona que usted conocía: ¡disfrute esos momentos! Asegúrese de señalar todas y cada una de las cosas positivas, y haga lo posible por darle ánimos y actuar con compasión. Recuerde que no existe un camino único hacia la recuperación.